Cómo cambia nuestra piel a medida que envejecemos
Si bien puedes tener piel seca a cualquier edad, es muy probable que la tengas cuando seas mayor de 50 años. A medida que pasa el tiempo, nuestras glándulas sebáceas empiezan a producir menos aceites que naturalmente se encargan de humectar la piel. Además, nuestra piel se vuelve más delgada y, a medida que envejecemos, la barrera de defensa se vuelve más débil y puede volverse más vulnerable a los agresores externos.
Por qué es tan importante la humectación
La humectación es un paso fundamental en la rutina de cuidado de la piel para mantenerla elástica y con una apariencia saludable. Los humectantes pueden ayudar a retener el agua en la piel, lo que contribuye a revitalizar y mantener la barrera de hidratación de la piel. El humectante que te funcionaba bien a los 20 y a los 30, puede no cumplir con las mismas necesidades de tu piel cuando llegues a los 40 o 50. Descubrirás que necesitas humectarte con más frecuencia.
Consejos para cuidar la piel madura
Bebe mucha agua y come alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos que ayudan a revitalizar y retener la hidratación (como arándanos, naranjas, salmón y batatas).
Utiliza productos para el cuidado de la piel para limpiar y humectar tu piel.
Limita tus baños o duchas a 10 minutos y evita el uso de agua caliente y jabones secos y ásperos.
Aplica un humectante por la mañana y la noche o inmediatamente después del baño para ayudar a retener la hidratación en la piel.
Busca ingredientes humectantes, como la dimeticona, la glicerina y el aceite mineral, que ayudan a mantener la barrera de hidratación de la piel.
Usa un humidificador por la noche para recuperar la humedad del aire.
Elige telas que no dañen la piel, como el algodón.
Protege tu piel de los dañinos rayos UV. Usa pantalla solar todos los días, durante todo el año.
Evita fumar. Fumar seca la piel y contribuye al envejecimiento prematuro.
Bebe alcohol con moderación. El alcohol tiene un efecto deshidratante en la piel.